Hola, mis musas. Cerramos ya casi el blog este curso con las palabras de nuestra Calíope y sus reflexiones sobre los asuntos de los que hemos ido hablando en tutoria. Con alumnas como vosotras las humanidades, como decía vuestro rap, no son cosa del pasado, sino que tienen mucho, pero que mucho futuro. Nos vemos en él; en el futuro inmediato, vaya.
LA DESHUMANIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN
Andrea Rubio
1r Bachiller Humanístico
IES COTES BAIXES
ALCOI Junio 2016
Cada vez menos personas optan por la vía de las humanidades como una opción preferente entre las demás. Las causas que han llevado al desprestigio de las mismas son claras: no resultan útiles.
La orientación que ha recibido la educación moderna ha condenado ésta a convertirse en una fábrica de trabajadores. Constantemente se pregunta a los estudiantes qué quieren ser en el futuro, con qué profesión se introducirán en la sociedad y de qué forma resultarán útiles para ésta. Del mismo modo se ven obligados a tomar esta decisión de forma abrupta, guiados por el sentimiento de preferencia hacia una rama u otra, hecho que no hace sino enmascarar una razón más profunda. La razón con la que se orienta a elegir no es otro sino el interés puramente pragmático.
Los estudiantes se plantean los beneficios que tendrá una asignatura, un cursillo o el aprendizaje de una habilidad determinada en el futuro. Todas aquellas disciplinas que no sirvan en la búsqueda de un trabajo que garantice un buen nivel de vida en una sociedad propiamente moderna serán desechadas en consecuencia por la misma, así como las personas que opten por ellas.
Viendo que la educación pierde su primera función que es la felicidad y la formación de personas y no de trabajadores que sirvan a un sistema colectivo y productivo, ¿de qué forma sobrevivirá aquello que se considera inútil en un sistema educativo meramente pragmático?
Vamos pues a poner de manifiesto que aquello que es considerado inútil, no lo es ni mucho menos. Aquellas asignaturas que comprenden la rama de las humanidades están siendo constantemente repudiadas y desprestigiadas sin razón y sin conocimiento, ya que la exclusión de las mismas conduce de forma inexorable a la deshumanización de la educación.
El ser humano se diferencia de los animales en el sentido de que sus acciones no están determinadas por la búsqueda de la utilidad de las mismas; a lo largo de la historia el ser humano ha confeccionado todo un entresijo de cosas inútiles que conforman nuestra cultura y que nos separan de forma irremediable del mundo animal. Otra diferencia sería el desarrollo de la razón, capacidad gracias a la cual el ser humano se eleva por encima del puro instinto dando paso a la cúspide de su razonamiento con la filosofía, la literatura, la música y el arte en generl.
Por lo tanto la concepción de que estas materias no tienen cabida en la educación condena irremediablemente a la deshumanización de esta con la consiguiente pérdida de aquello que supera la ignorancia.