dilluns, 5 de maig del 2014

Helénicas de Jenofonte: SÍ SE PUEDE

En la escuela estamos acostumbrados a valorar de nuestros alumnos no aquello que aprenden y saben realmente, sino lo que son capaces de memorizar. Por eso a menudo solemos decir de un alumno que suspende -en las sesiones de evaluación se escucha mucho- que lo hace porque no estudia suficiente -es un poco vago, vaya- o que no tiene capacidades suficientes -en pocas palabras, que es torpe o no tiene nivel suficiente para estar en bachillerato, por ejemplo-.
La memorización es un instrumento válido en todo proceso de aprendizaje, ciertamente, pero no el único, ni el más creativo. Y si lo que se busca en educación son experiencias significativas y motivadoras, entonces trabajar sobre un texto cerrado, como las Helénicas de Jenofonte, a lo único que ayuda es, en mi opinión, a generar más dudas sobre la utilidad del griego, y del latín, frente a otros aprendizajes lingüísticos prácticos como el chino.
 
Las preguntas que yo me hago pues serían las siguientes:
  • ¿Se puede valorar el aprendizaje que realiza en dos años un alumno de griego sin necesidad de pedir la traducción de un texto?
  • ¿Se pueden plantear preguntas de morfología y sintaxis de manera activa sin que parezca que la gramática es más un fín que un medio?
  • ¿Se pueden incluir en un examen de las PAU cuestiones sobre cultura griega a desarrollar relacionadas con un texto a modo de comentario filológico que implique relación de conceptos, actualización de las cuestiones clásicas bajo el prisma actual y con un espíritu crítico?
   HELENICAS DE JENOFONTE: EJERCICIO I by santi



Y voy más allá:
  • ¿Se podría valorar el conocimiento de la lengua griega y no de los textos literarios clásicos? Esto supondría poder trabajar con textos no originales o con textos no literarios tipo inscripciones o papiros, y dejar por tanto de preparar filólogos en miniatura para dar la posibilidad de los alumnos aprendan las nociones fundamentales lingüísticas de léxico y gramática, pero también comunicativas, tal como se hace en el aprendizaje de lenguas extranjeras. Porque a menudo olvidamos que el griego era un instrumento de comunicación con el que hombres y mujeres expresaban sentimientos y compartían emociones en su quehacer cotidiano; no todo el mundo hablaba como escribía Safo. Y a Jenofonte lo entendía perfectamente Plutarco.

Cuanto más tardemos en resolver estas cuestiones llegará, a no mucho tardar creo, el momento en que será innecesario del todo tratar siqueira la cuestión sobre los contenidos y el modelo de examen PAU, ya que no tendremos ocasión de impartir la asignatura.

Si yo quisiera ser especialista de griego para las PAU no tardaría mucho más en sondear la aceptación que tiene el actual sistema y, si ésta resulta negativa en un porcentaje significativo, buscaría una nueva fórmula alternativa para ese número de profesores descontentos. O quizás plantearía la necesidad de creación de una comisión mixta integrada por profesores universitarios y profesores de instituto, como ocurre en otras comunidades, para llegar a un acuerdo satisfactorio para todos.
Vayamos abriendo el debate mientras nos llega o no definitivamente la LOMCE.

2 comentaris:

  1. Excelente, Santi. Qué bueno que haya profesores de griego que se den cuenta de los problemas de este asunto de la memorización y abran los ojos a los demás (como lo has hecho conmigo).

    En mi opinión, usamos la memorización para aquello que deberíamos aprender con el uso, es decir, la morfología, los casos y los tiempos verbales. En realidad deberíamos usar la memorización, en todo caso, para el acervo léxico y no ser tan diccionario-dependientes.

    Y me gusta mucho la idea que planteas sobre que estas cuestiones generan dudas sobre la utilidad de las lenguas. En mi blog tengo escrito este post (http://elgriegoclasicodelagente.blogspot.com.ar/2014/01/e-mail-la-juventud-helenista-de.html) que creo que tiene mucha consonancia con lo que tú dices. Espero que te resulte interesante. γεια σου φίλε μου.

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  2. Querido Santi

    Aunque sé que en lo fundamental estamos de acuerdo, permíteme algunas matizaciones:

    En primer lugar estaría la tendencia general de la máquina de picar carne humana para la que trabajamos de basar la motivación en el miedo al suspenso. Eso no tiene nada que ver con la memorización. Memorizar es bueno. En el aprendizaje de lenguas más. En realidad es el 99% del trabajo: aprender una lengua es memorizar. Otra cosa es cómo se memoriza, si simplemente damos información a los alumnos y les dejamos que sean ellos los que tengan que hacer todo el trabajo, o si buscamos estrategias para facilitarles la labor. Lo segundo es más difícil y requiere una preparación de la que, generalmente, los profesores carecemos.

    El problema viene en cuando basamos la enseñanza en el miedo y la violencia. Algo tan antipedagógico, está, sin embargo, tan metido en la médula de la actual cárcel-escuela que poco se puede hacer desde dentro: dile a los alumnos que no les vas a evaluar y te encontrarás con una clase en la que nadie te hace caso. Están tan condicionados a venir a la escuela a sufrir y ser maltratados que cuando un profesor los trata como a personas, se convierten en animales.

    Y ahora vamos al caso concreto del griego. Imagina un grupo de alumnos lo suficientemente maduros (y no "condicionados" por el sistema), como para aceptar que vienen al Instituto a aprender libremente (sin necesidad de coaccionarlos con el miedo al suspenso o las sanciones), con los que trabajas durante dos años a razon de cuatro horas semanales. Con un grupo así, y siguiendo la metodología de inmersión repetitiva, es perfectamente factible alcanzar una competencia de A2, realizando un esfuerzo totalmente justo (quiero decir, sin mandar deberes ni "empolladas", simplemente aprendiendo en el aula). Con tales resultados yo estaría -como alumno- muy satisfecho de mi aprendizaje al verme capaz de en sólo dos años de leer y entender sin problemas textos en griego clásico fácil habiendo asimilado el léxico que eso implica (unas 1000 palabras griegas). Creo que esos alumnos sabrían mucho más griego que la mayoría de nuestros licenciados de Clásicas. Y sin embargo un alumno así preparado tiene muy pocas posiblidades de aprobar Selectividad. (tampoco muchas menos que uno que haya estudiado dos años con el sistema de siempre y que no se haya matado a empollar como una bestia durante dos años, pero esa es harina de otro costal.)

    P.S.: Como ves he reelaborado algo el comentario, puedes borrar el anterior. Un abrazo.

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